jueves, 29 de noviembre de 2007

Repaso al circuito revival norteamericano en 2007


Nos acercamos al final de este prolífico año en lo que a producción musical se refiere, y no queremos despedirlo sin dar un breve repaso a la escena que más se está moviendo en cuanto a giras, bandas y producciones. Sería demasiado fácil achacar este aluvión a la enormidad de un país que es un continente en sí mismo, pero estaríamos siendo injustos con los dos motores de este Boeing que sobrevuela casi a diario escenarios en toda América, Europa, Australia y el lejano Oriente. Nos referimos, sin lugar a dudas, a Moon Ska / Megalith y Jump Up! Records. Si bien el primero fue crucial en el despegue y fijación del rumbo, el segundo está manteniendo una velocidad de crucero nunca vista, logrando un reconocimiento similar o incluso mayor que el primero. Repasaremos brevemente las trayectorias de ambos, para centrarnos en lo que es la actualidad musical, con especial atención a los que van a visitar la península el año que viene.

Moon Ska Records fue fundada en 1983 por Robert ‘Bucket’ Hingley, voz y guitarra de The Toasters, que se convirtió en la bandera de un sello centrado exclusivamente en el ska y sus influencias. Desde sus comienzos hasta que dejaron de operar en el año 2000 fueron el sello de referencia, produciendo a las bandas punteras del momento: Toasters, Hepcat, The Slackers, Memphiskapheles o The Piestaters, sólo por nombrar algunos. Asimismo ejerció mecenazgo sobre las bandas con futuro del momento, sobre todo en los 90. Entre sus producciones podemos encontrar desde los primeros trabajos de Less Than Jake, The Allstonians, o Ruder Than You hasta unos jóvenes de Anaheim (California) que respondían al nombre de No Doubt. El trabajo de la discográfica se completaría en 1997 con un sello dedicado a producciones menores acertadamente llamado Ska Satellite Records. Quien mejor nos puede decir lo que representa la figura de Hingley es Miguel de Ska-Town, organización que lleva muchísimos años trayendo a Madrid a las bandas del sello: "Bucket es un personaje mucho más importante de lo que la gente cree. Aparte de los más de 25 años de Toasters, la primera de las bandas de tercera ola, creó el primer sello de ska moderno desde 2Tone. Y lo hizo crecer hasta convertirse en un sello internacional, con las filiales Moon Canada, Moon Brasil, Moon Europe...entre otras cosas, como ser uno de los que empezó a mover el cotarro en NYC, ha ido descubriendo talentos y colaborando con ellos. Si te fijas, está en los créditos de varios cds de Stubborn AllStars y de Version City. También fue el culpable de la reunificación de Skatalites...". Es precisamente la división europea la que triunfa hoy en día con la distribución de los trabajos de The Upsessions y Go Jimmy Go en el viejo continente. Tras la disolución de la discográfica nodriza, ‘Bucket’ creó Megalith Records en 2003 del que recientemente hemos podido disfrutar de un sampler con artistas de la talla de Victor Rice o Mr. T-Bone y varias bandas de éxito, como New York Ska-Jazz Ensemble o Eastern Standard Time, además de ofrecernos el último trabajo de los ya miticos Toasters, que hace bien poco volvieron a visitar estos lares, con su ya clásico show que siempre deja el aforo completo.

A miles de kilómetros de Manhattan, concretamente en Chicago (Illinois), el locutor de la radio local WNUR FM Chuck Wren cumple uno de sus sueños y monta una pequeña distribuidora con el fin de promocionar las bandas de su ciudad y alrededores, a través del recopilatorio ‘American Skathic’, que incluía bandas que entonces eran noveles, como Parka Kings, Mustard Plug o The Eclectics. Chuck recuerda con cariño que “fueron momentos muy divertidos. Decidimos apostar por las bandas del medio oeste porque de verdad creíamos en ellos. Todos crecieron alrededor de mi programa de radio.” Del mismo modo, también nos explica el deterioro de la escena a finales de los 90. “Sobre el año 95 hubo un boom, y salieron un montón de bandas que se promocionaban como ska pero sonaban a ska-punk, digamos tipo Reel Big Fish. Todos esos jóvenes que sólo querían salir de gira dejaron de prestar atención a la calidad musical y eso condujo a la quiebra de Moon Ska”. Miguel incide en este punto: "Cuando Moon cerró, Jump Up también estaba en un mal momento, pensando en cerrar. Pero como la gente ama lo que hace, decidieron arriesgarse de nuevo y seguir luchando. Bucket se inventó Megalith Records para volver a empezar, y junto a Chuck decidieron sacar un recopilatorio como un mensaje de S.O.S., el “Still Standing”: cuatro cds con bandas de todo el país, que quería demostrar que la escena estaba muy viva, pero que se iba a morir por falta de apoyo. Muy interesante el libreto de este recopilatorio. Y debió de funcionar porque ahora es Jump Up el sello de ska más importante de Usa, y Megalith está tanto en USA como en Europa". Así que en 2001, el único sello de ska tradicional era Jump Up! Records. Desde entonces, no ha parado de crecer, como veremos más adelante cuando repasemos algunas de sus formaciones más destacadas. Tienen una web muy completa y un servicio de envíos rápido y eficaz, donde puede comprar, ademas de sus producciones, discos de importación de revival jamaicano de casi todo el mundo. The Cabrians, Pepper Pots o The Kinky Coo Coos se encuentran en su catálogo. Esto es posible gracias a la fenomenal relación entre productores de todo el mundo. "La relación con ellos es de colegueo. Todos sabemos que nadie se forra con esto, así que el trato es de total confianza. Especialmente en los 90, todos nos conocíamos: Chuck, Bucket, Django de Stubborn, Matt de Stomp (Canada), Ossi de Grover (Alemania), Benno de Leech (Suiza), la gente de AMTY en Finlandia, Dwinphalax en Japón... Todos teníamos los discos de todos, y cada uno los vendía por su zona. Y respecto al Management, era (y es) exactamente igual", concluye Miguel.

Por tanto vamos a centrarnos en ese catálogo, para repasar las bandas que están por venir y recomendarles algunas otras muy interesantes, obviando las que ya nos han visitado (The Slackers, Eastern Standard Time, The Rocksteady 7, The Aggrolites, Westbound Train, NYSJE…) que aunque no aparezcan en esta breve selección, son formaciones que me encantan y que sigo atentamente, pero de las que ya se ha hablado suficiente en otros espacios. Vamos con la chicha:

Deal’s Gone Bad. Empiezo por ellos no sólo por ser una de mis debilidades, sino por ser el estandarte de Jump Up!, pues son oriundos de Chicago, y llevan nada menos que 14 años en activo. Son paradigma de banda americana: ska, rocksteady, reggae y soul americano, con temas muy bailables y temáticas que suelen mezclar amores, desamores y mucho, mucho alcohol. De entre su discografía no puedo dejar de recomendarles ‘Overboard’ (1999), ‘Guide to Boat Drinks and Cruise Cocktails’ (2002) y cómo no su exitoso LP de este año ‘The Ramblers’ donde debuta la fantástica voz de Todd Hembrook.

Go Jimmy Go. Seguramente una de las 5 mejores bandas del revival estadounidense. El sexteto hawaiano liderado por Bison es ya todo un veterano en el circuito, no en vano once años les contemplan. Aúnan la tradición jamaicana y la fuerza del soul americano, con ese toque isleño que sólo siendo de un sitio como Honolulu se tiene. Hacen de todo: perfectas ejecuciones instrumentales de ska, cálidos rocksteadys, reggaes demoledores, pegadizos toastings o intensos dubs. Aunque editan en la independiente MoonRoom, son muy de la órbita de Jump Up en el continente. Una banda que lo tiene todo y para nosotros está aún por descubrir. Los veremos también en Marzo en el RudeCat. Aloha!

The Stingers, que a veces llevan el sufijo ATX que indica su procedencia (Austin, Texas), harán de backing band de Doreen Shaffer también en el próximo RudeCat 2008, en Girona. Aunque seguramente no podremos escucharlos, cuentan con nada menos que 5 vocalistas diferentes según el tema. Hacen un revival muy correcto, y cuentan con la producción de Victor Rice, que potencia su sonido, sobre todo un Hammond muy intenso, aparte de los conocidos DUBs o remezclas del genial productor. ‘This Good Thing’ y ‘All In Day’ son sus dos álbumes, de momento.

Lord Mike’s Dirty Calypsonians. Deal’s gone Bad tiene nuevo vocalista porque el de siempre que ahora se hace llamar Lord Mike ha cambiado de isla, de Jamaica a Trinidad, para explorar los clásicos de la música triniteña, el calipso y la soca. Un viaje inigualable, que de hecho nadie más ofrece, les hace sin duda la banda más fresca que ha dado Chicago en los últimos años. No hay más que ver alguno de los vídeos que hay en Internet para asombrarse con las monumentales congas que provocan este combo de formación ambulante y espíritu carnavalesco. Si les gusta el sonido de Mighty Sparrow, Lord Kitchener o Lord Terror, ésta es su banda. Y la mía.

Debonaires. Los conocí a través del proyecto ‘Pandora.com’ y en seguida me aficioné a ese reggae-soul y rocksteady crítico y consciente, guiado por bases rítmicas pesadas y la voz metálica de Kip Wirtzfeld. Han sido los teloneros de las giras de Deal’s Gone Bad y Go Jimmy Go por todo Estados Unidos. Aunque sólo conocemos su ‘Longshout’, pues los LPs anteriores son de discográficas menores, estoy seguro de que darán mucho que hablar en su próximo trabajo. Que por cierto, se está demorando.
The Israelites. Si no los conocen, pensarán que son una banda más de skinheads haciendo ska, rocksteady y reggae, pero son mucho más que eso. En algún momento entre 1989 y 1992, la banda sufrió un cambio radical no en su música, sino en su filosofía. Se conviertieron a un catolicismo ferviente, basándose en que antes del rastafarismo, la música jamaicana era cristiana. Por eso dedican toda su música al altísimo, en la figura de Christafari (prometo que no estoy de broma). Estos cinco músicos devotos liderados por el viejo Rich andan buscando miembros para completar la banda, y también buscan fondos para grabar su próximo CD. Así que si tienen 7 dólares o más, y alto el concepto de la caridad cristiana, echenles una mano. Y mientras tanto, no dejen de escuchar "Jamaican Celebration" o "Roots", dos de sus mejores discos.
Steady Ups. A pesar que estos chicos de Sacramento se definen como una banda de música jamaicana tradicional, últimamente no lo parecen. A su buen hacer en el ska, rocksteady o reggae suman un vocalista muy en la línea toasting de, por ejemplo, Filibuster. Se dieron a conocer en 2003 con el magnífico 'Soul of the City', pero tras unas cuantas giras se han centrado en el estudio, coqueteando con el dancehall y el dub, de la mano del mezclador Doctor Echo, con el que sacaron un CD de remezclas llamado 'Dub Disaster' en 2005. Y de momento nada más, aunque siguen participando en numerosos festivales californianos. Esperemos que el año que viene saquen otro disco de corte clásico, que ya toca.

See Spot. Ska tradicional desenfadado y largos solos de viento con toques de jazz contemporáneo. Impresionantes en directo, magnídicamente liderados por su frontman Charles Farrar. Tras uno años poco activos, vuelven a la carga con 'Don't Quit Your Day Job', y con muchos conciertos por toda California. El regreso de una de las mejores bandas norteamericanas de la última década. Si no los conocen, háganse con 'Who Got It' o 'Is There Any Love In Your Ska?'. Les gustarán.

The Drastics. En la escena americana también hay espacio para los sonidos más pesados, las líneas de bajo hipnotizantes y las percusiones tribales al estilo de Kingston años 70. Pero no se quedan ahí, sino que estos musicazos de Chicago se adentran en otros estilos como el afrobeat, el dancehall y otras músicas populares de varios continentes. Todo ello sin perder nunca el sello jamaicano que nos recuerda a los plásticos de Augustus Pablo, de King Tubby o de Scientist. Y por supuesto, con inestimables colaboraciones, desde King Django a Dr. Ring Ding, pasando por Todd Hembrook de Deal’s Gone Bad o Rich Graiko de Westbound Train. ‘Premonition’, ‘Chicago Massive’ y ‘Waiting’ son tres álbumes de obligado cumplimiento.

Solistas. Un fenómeno que crece en Estados Unidos, aunque no sólo allí (véase Rude Rich o Ring Ding), son los artistas que mantienen proyectos paralelos en solitario. Casos de los célebres Vic Ruggiero, Victor Rice, Chris Murray, o King Django son prueba de las inquietudes de muchos talentos de bandas míticas (ahí teneis a Hepcat, Slackers…) que tanto en sus discos en solitario como en la colaboración y producción de otras bandas, están engrasando una escena que, como se puede comprobar, y me he dejado un montón de bandas, está más viva que nunca. ¡Y que dure!
***Quiero agradecer a Miguel de 'Ska-Town' su colaboración desinteresada, como siempre, y también a Santi Mijarra por invitarme, en su día, a descubrir tantas bandas del otro lado del atlántico. Sin ellos este artículo no hubiera sido posible; gracias amigos!

The Pioneers: por qué nos acercamos al Pop


En 1968 dos caballos, “Combat” y “Long Shot”, murieron durante una carrera en el hipódromo “Cayannas Park” de Jamaica. Long Shot se había convertido en un nombre muy popular gracias al éxito de la canción que sobre él escribieron The Pioneers. Y aunque la muerte de Long Shot afectó muy particularmente a la banda, también supuso un punto de inflexión en su carrera.

En 1969 “Long Shot Kick The Bucket” entró en el top ten de las listas inglesas. En Jamaica The Pioneers ya era una banda bastante familiar, y este tema en particular ya era bien conocido meses antes de su llegada al top ten inglés. Los djs ingleses solían ofrecer buenas cantidades de dinero por una copia de este single, ya que era totalmente diferente a todo el reggae que habían escuchado con anterioridad. Su ritmo agresivo, machacón, y sus coros, lo convirtieron instantáneamente en un éxito de las pistas de baile.

“Bucket” –como era denominado para abreviar-, era claramente nuevo, diferente, un reggae mucho más duro, que invitaba a bailar, en definitiva un nuevo camino a explorar. La propia letra lo reflejaba: “what a weeping and a wailing down at Cayannas Park” (qué llantos y lamentos en Cayannas Park) y las voces sugerían que los propios cantantes se involucraban emocionalmente en el tema: “ Combat dead, Long Shot dead / all me money gone-a hell!!” (Combat muerto, Long Shot muerto, todo mi dinero se ha ido al infierno). Más tarde, “Long Shot Kick The Bucket” se convirtió en un himno skinhead, de la misma forma que había ocurrido con el clásico de Desmond Dekker “Israelites”, asi que prensa, radio y televisión comenzaron a hacerse eco de lo que estaba ocurriendo: The Pioneers –Sydney Crooks, George Dekker y Jackie Robinson- habían llegado.




La banda original de 1962 la formaban Sydney Crooks, Glen Adams y Derrick Crooks –hermano de Sydney-, quien fue el primero en abandonar la formación. Mas tarde Glen Adams se marchó para incorporarse a The Upsetters al piano. En 1966 Sydney, que había estado grabando en solitario, conoció a Jackie Robinson. “Estaba haciendo una sesión para el productor Joel Gibson cuando vi a Jackie y a otro tipo tratando de llegar a un acuerdo para una grabación. Les pedí ayuda con una segunda voz. Entonces le pregunte a Jackie si quería ser mi compañero y aceptó el reto, probablemente porque yo tenía algo de popularidad por aquel entonces” cuenta Sydney.

Aquel tema era “Gimme Little Loving” y alcanzó el número tres en las listas jamaicanas. El disco, publicado en el sello Amalgamated de Joe Gibbs en 1968 fue uno de los favoritos de los inmigrantes jamaicanos, de igual forma que el siguiente hit jamaicano, “Long Shot”, grabado en los estudios Dynamic –por aquel entonces West Indies Studios-, con la colaboración de Lynn Taitt & The Jets, que aparecerán en muchas de las primeras grabaciones de The Pioneers.

“La gente solía venir quejándose de haber perdido en las carreras, así que pensamos en hacer una canción a Long Shot” comenta Jackie. La canción hizo crecer la popularidad del caballo y se apostaba hasta el último centavo en él, “pero nunca salia a tiempo”. Sydney: “tuvimos primero la melodía y le metimos la base. Después añadimos los coros. Grabamos “Long Shot” y otra canción, “Jackpot” en la misma sesión y utilizando mas o menos la misma base y ambas canciones entraron en las listas al mismo tiempo”.

No todos los temas de The Pioneers se convirtieron en hits, pero temas como “Shake it Up” o “Good Nanny” estaban muy bien hechos y consiguieron que The Pioneers llegaran a todo el mundo, especialmente al público más joven. Sydney y Jackie eran realmente Pioneers aun cuando estaban claramente influenciados por bandas vocales mucho más dinámicas como The Maytals o The Heptones. Pero posiblemente su popularidad se diera por el hecho de ser una banda muy joven, muy cercana a los gustos musicales del momento. Ciertamente, sus dos siguientes hits, “Tickle Me” y “ Catch The Beat” están claramente orientados a un público más joven, sobre todo el segundo, que introdujo un nuevo paso de baile debido a su inusual ritmo repetitivo.

Cuando Sydney y Jackie conocieron a George Dekker, éste andaba por ahí con un tema debajo del brazo, “Nana”, que les gustó mucho. George habia conseguido un hit con “Keep The Pressure On” a dúo con un tipo llamado Winston –Winston & George- y fue invitado a convertirse en el tercer miembro del grupo. The Pioneers grabaron “Nana” de su bolsillo y lo lanzaron bajo el sobrenombre de The Slickers. “Ya teníamos “Catch the Beat” y no queriamos errar con “Nana”. “Nana” fue un gran éxito pero no hicimos dinero con él”.

Joe Gibbs (Joel Gibson), productor de The Pioneers, aparentemente decidió que George no estaba a la altura y simplemente le despidió. Sydney: “no fui despedido pero queria quedarme con Jackie. Al mismo tiempo George firmó para la gente de Beverley’s (Leslie Kong) y tenía en mente un nuevo tema, “Easy come, easy go”. Todo el mundo quería esa canción pero al final la grabamos con Kong y llegó al número uno.” George: “Leslie quería que sólo Jackie y Sydney firmaran como The Pioneers, y darme a mi un contrato como solista. Pero decidimos que eramos los tres o ninguno”.

Los dos siguientes temas “Pee Pee Cluck Cluck” y “ Blackbird” apenas sonaron cuando llegó “Long Shot Kick The Bucket”, el cual sorprendentemente no alcanzó el número uno en Jamaica a pesar de conseguir un gran impacto en la escena. Jackie: “un día mi padre estaba leyendo el periódico y me dijo “eh, mira, tu caballo “Long Shot” y otro más han muerto en las carreras”. Así que fui directo a una tienda en la que teníamos un piano en la trastienda y los demás estaban allí. Les conté las malas noticias y nos sentamos a trabajar en el nuevo tema. Aunque en el disco pone “producido por Leslie Kong” por aquellos días estaba en Inglaterra con Desmond Dekker. Los músicos pensaron que les estábamos pidiendo que tocaran algo imposible y la canción por poco no se graba. Son el mismo grupo de músicos que gente como Jimmy Cliff y muchos otros tienen hoy día”.

Durante 1968 y 1969 The Pioneers eran, junto a The Maytals, las dos bandas más populares de Jamaica. “Mamma Look Deh” fue un gran éxito en 1968, y aunque no consiguió la aceptación que “Bucket” conseguiría más tarde, The Maytals tomaron prestada su base para su popularísimo hit de 1970 “Monkey Man”. Cualquiera que quisiera dar un concierto en cualquier parte, llamaba a The Pioneers, ya fuese en un club, un teatro, un cine, o un colegio. Hicieron nueve shows con Joe Simon cuando visitó Jamaica, y evidentemente se llevaron el gato al agua, muy por encima de Simon. También hicieron una minigira por Jamaica con Byron Lee & The Dragonaires –“Reggae Blast Off”- cantando junto a varias bandas instrumentales, incluyendo a The Vikings, Tomorrow’s Children o Tommy McCook & The Supersonics.

En 1969 “Samfie Man” consiguió un número uno más para The Pioneers en JBC Radio y número dos en RJR, y fueron votados como la cuarta banda más popular de Jamaica por el Swing Magazine. Aparecieron en radio y televisión y eran los favoritos de la prensa a pesar de que su tema “Boss Festival” sólo consiguiera el cuarto puesto en el Jamaican Song Festival de 1969, que ganaron The Maytals con su “Sweet and Dandy”. También fue en este año, 1969, cuando The Pioneers desembarcaron en Inglaterra.

Jackie: “Tony Cousins, de Commercial Entertainments, vino a vernos a Jamaica cuando estábamos haciendo aquellos shows con Joe Simon. Nos dijo que no había grupos negros como nosotros en Inglaterra y nos ofreció una gira, ya que “Long Shot Kick The Bucket” se estaba vendiendo muy bien. Aquella gira tenia que durar seis semanas, y aun estamos esperando”.

Sydney: “ En 1970 fuimos a Egipto y El Líbano, y cuando volvimos en mayo de 1971, grabamos “Let Your Yeah Be Yeah” que había escrito Jimmy Cliff y la co produjo con nosotros. Se vendieron mas de veinte mil copias en una semana pero sólo se movió del puesto seis al cinco de las listas. Incluso la gente de Top of the Pops dijo que sería el próximo número uno cuando participamos en el programa”. Jackie: “Fue una de las canciones más populares de 1971, me cansé de escucharla en todas partes, incluso llegó a ser número uno en Radio Luxemburgo”.

El cambio de estilo de un auténtico sonido jamaicano hacia un formato más reggae-pop introducido algo antes por Jimmy Cliff con “You Can Get It If You Really Want” para Desmond Dekker le llegó también a The Pioneers. Y al igual que Dekker perdió algo de respeto y mucha popularidad de los fans jamaicanos, con The Pioneers ocurrió lo mismo.

George: “entendemos las razones de sus críticas, pero si no hubiéramos cambiado nuestro estilo musical, The Pioneers sería cosa del pasado. Cuando hicimos “Let Your Yeah Be Yeah” era el tipo de reggae que los chicos querían oír, un reggae más elaborado, mas sofisticado”. Sydney: “y si quieres que permanezcan contigo, tienes que permanecer con ellos. Tienes que cambiar”. Jackie: “la mayoría de los jamaicanos pensará, ¿qué ha pasado con The Pioneers? Y cuando escuchen nuestro próximo single “Little Piece of Soap” dirán Oh! otro reggae comercial de The Pioneers. Pero cuando subamos al número cinco de la lista estarán orgullosos de vernos en The Top of The Pops”.

Publicado originalmente en “Black Music Magazine” en febrero de 1974. Gracias a Dj Nutty, de Big Boss Dj’s por la facilitación del original.

miércoles, 28 de noviembre de 2007

Capitán Whip!


Soy el Capitán Whip, señor de los siete mares y azote de marineros de agua dulce!

Después de un periplo por las costas de oriente regreso a esta ciudad de secano a reposar y a repasar, porque durante mi ausencia me han llegado, mediante mensajes en botellas, muchas noticias que han hecho erizar los pelos de mi famoso bigote. Y como traigo un látigo nuevo comprado en el puerto de Bangkok, lo voy a estrenar en la espalda del manager de The Slackers, pues es la segunda vez que su nave surca las costas europeas, y no han visitado la península. Luego vendrán diciendo que les encanta tocar ‘en la espania’ y que vosotros, zagales, sois un público extraordinario. Sólo quieren el botín, para enterrarlo en su isla de Manhattan!

Otro latigazo a los Rankin’ Soldiers, de los que se habla muy bien en los puertos mediterráneos, y tienen grabados grandes temas, pero defraudaron al público capitalino con un show tetraplégico y sobre todo un teclado “inna ska-p style”. Me imagino que a estos caballeros les gustarán los sonidos antillanos. Yo que he pirateado esa zona les aseguro que allá también usan instrumentos de viento. Tienen talento para mejorar señores, pero tocar reggae sin moverse y con dos teclados es como si yo me pongo el parche en el ojo bueno. Espero rectifiquen.

Cerca de la Plaza de Cibeles hay una taberna donde esperaré al Gallardón, y a su delegado de cultura, que delegado será, pero cultura la justa. Eso de poner las entradas de los conciertos de los Veranos de la Villa a 25 dinares ofende hasta a los más piratas del ancho mar. Más aún cuando otros puertos de renombre ofrecen gratis a los mismos artistas, por ejemplo Ska Cubano o Alpha Blondy.

Les voy a dar un susto también a Los Granadians, por tenernos esperando tanto tiempo sin sacar el maldito disco. Que no están construyendo una galera, vive Dios! Échenlo a las tiendas ya. Y de paso den algún concierto, que van a perder práctica.

Pero bueno, como vengo de un viaje fructuoso, con muchos prisioneros y las bodegas llenas de oro, voy a dar un par de palmaditas en el hombro. Una para los promotores del RudeCat, por asentarse como el mejor festival de música jamaicana de estas latitudes, y por seguir apostando por el revival en un mundo cada vez más digitalizado. Este viejo bucanero no tiene la pata de palo para bailar tanto dancehall. La otra para la gente de Granada, gran plaza esa, y en especial a los grumetes de Red Soul Community, por su trabajo incansable en la promoción del reggae en los puertos del sur y el buen sonido que han conseguido. El premio, compartir escenario con The Aggrolites, y pasarlo genial ante 700 personas. Enhorabuena!

No confundan mi buen humor con relajamiento. Sigo vigilándoles, y no siempre el ron alegrará mis pensamientos. Cuidado, haraganes!

Reggae Recipe: The Slackers - The Boss Harmony Sessions


Ingredientes: Limas, ska, ginebra, rhythm and blues, hielo.

Preparación: Mucho se ha hablado de esos 25 nuevos temas que The Slackers han grabado en estos últimos meses. ‘The Boss Harmony Sessions’ recoge doce de esos cortes; digo doce y no catorce porque dos de ellos son intro y outro de un supuesto productor que da nombre al disco, del que nada sabemos, ni siquiera si es real. Pero sí sabemos que este combo bicéfalo ha estado explorando nuevos sonidos y estilos, sin perder la exclusividad que los mantiene en lo más alto del revival jamaicano, después de tantos años, tantos discos y tantísimos conciertos. En éste elegante cóctel no sólo nos muestran su influencia caribeña, sino todo un crisol de músicas en vuelo charter de Kingston a Nueva York, con escala en Nueva Orleáns. Es casi un milagro que dos genios de la talla de Vic Ruggiero y David Hillyard, con visiones musicales tan diferentes, se complementen a la perfección en estudio y escenario, aunando el interiorismo en la composición del primero y el jazz jamaicano de alta precisión del segundo. Salvando las distancias, sería como si Bob Dylan hubiese grabado con Don Drummond. Por eso no esperen en este disco la avalancha de ska de su anterior trabajo ‘Peculiar’. ‘The Boss Harmony Sessions’ es un reto personal de estos dos monstruos musicales en la exploración de las capacidades de uno y otro. Hay para todos los gustos, rhythm and blues, ska tradicional, ska-jazz, early reggae e incluso reinvenciones de sí mismos con nuevas versiones de viejas recetas. Un disco que en principio les sonará deslabazado, pero a medida que entren en detalle se darán cuenta de que esta pareja, y la banda que les acompaña, tienen un plan. Y aún quedan otros 13 temas por salir. Además, creíamos que no vendrían, pero ya están confirmados para el Rude Cat 2008. Barman, póngame uno.

martes, 27 de noviembre de 2007

Junior Byles camina descalzo.


Kerry Byles era mecánico en Kingston, Jamaica en la década de los 50. Deseaba tener un varón para que lo acompañara en su trabajo cuando se hiciera mayor. Seguramente soñó con que los sacaba del conflictivo distrito de Jonestown, donde todos llamaban Chubby al pequeño Keith Jr. desde el día de 1948 en el que nació.

El joven Keith se cría en un ambiente muy religioso. Su madre, maestra de escuela, le inculca rectitud y perseverancia. Canta desde muy pequeño en el coro de la parroquia local, donde impresiona a todos los feligreses con su voz rasgada pero fina. Al salir de misa, suenan en las radios las estrellas de la música jamaicana: Skatalites, Stranger Cole, Maytals, Wailers, Slim Smith ...corre el caluroso verano de 1966.

A los 18 años, Junior ya trabaja con su padre en el taller, pero las inquietudes musicales son demasiado fuertes para pasar el día con las manos llenas de grasa. En 1967 deja el trabajo y funda The Versalites, junto a sus amigos Dudley Earl y Louie Davis (que ya tenía otra banda, The Morwells). El trío sorprende, y su fama llama la atención del productor Joe Gibbs, quien los deja a cargo de su técnico Lee ‘Scratch’ Perry y les asigna como banda a Lyn Taitt & The Jets. El primer single editado es “The Time Has Come”, que resulta un éxito importante en la isla. The Versalites resultan una banda fresca y bien adaptada al rocksteady. Tras el primer éxito, grabaran unos pocos cortes más (“Just Can´t Win” y “Trust The Book”), así como “Children Get Ready” para el sello Deltone y “Pick My Pocket” para Laurel Aitken, que no alcanzan el nivel esperado. La competencia es fuerte y el sonido versalite parece no hacerse hueco. Sin embargo, Gibbs y Perry siguen teniendo fe en ellos. ‘Scratch’ está en un buen momento, trabajando con Stranger & Gladdy, The Mellotones, The Inspirations y otros, definiendo un sonido que le haría único. Junior y Perry entablan una amistad que será estrecha y prolífica.

En 1968 ‘Scratch’ lanza su propio sello: Upsetter. Para suplir a Gibbs en el estudio, contrata a Winston Holmes (aka Niney the Observer). De este modo los Versalites quedan a su cargo, y grabarán para el sello Amalgamated de Gibbs un par de temas de temática sexual, o como dicen ahora The Aggrolites, de dirty reggae: El sugerente “Lu Lu Belle” y el explícito “Push It In”, cuyo éxito será moderado. El año siguiente reciben una oferta del mismísimo Duke Reid para que graben para su sello Treasure Isle, lo que conllevaría una buena promoción y cierto nombre en la isla. Sin embargo, junior se opone a firmar el contrato. Se ha convertido al rastafarismo y se siente desengañado con la industria musical. Ha encontrado un trabajo de bombero y solo va a grabar para sus amigos Perry y Niney.

Ser rastafari a finales de los 60 en Jamaica no era nada sencillo. Estaban considerados delincuentes o monstruos; en el mejor de los casos, parásitos sociales. Sin embargo, las tornas cambiaron. En 1972 se presenta como candidato a la Presidencia de la República jamaicana por el Partido Nacional del Pueblo (PNP) un hombre llamado Michael Manley. De ideología socialista, va a fijar su mirada en las capas más desfavorecidas de la sociedad, y especialmente en el colectivo rasta. Manley, que ya en 1970 se había entrevistado con el emperador etíope Haile Sellassie (a la sazón figura divina dentro de la religión rastafari, que toma su nombre del nombre de pila del emperador, Ras Tafari), comprende la fuerza social revolucionaria de este grupo, y lo aprovecha en la consecución de sus propios fines. Reúne a varios de los músicos más comprometidos del momento y monta un tour de promoción del PNP llamado ‘Musical Bandwagon’. En este montaje participarán figuras de primer nivel como Max Romeo, Delroy Wilson, Clancy Eccles y también nuestro Junior Byles. Llega a componer temas ad hoc como “Josuah Desire” o “When Will Better Come”, en las que mezcla su típico mensaje bíblico con la denuncia social.

Tras la gira, Junior se da cuenta de que más que apagar fuegos, su misión es propagar el fuego de Jah, para lo que va a recurrir, como en tantas ocasiones, a Lee Perry. Este, que está pletórico, triunfando con The Wailers, The Upsetters, Alcapone etc... le acoge con los brazos abiertos. Le viene como anillo al dedo; una gran voz y buenas letras para la excelente música que brotaba de todo lo que pasaba cerca de Perry en aquel momento. Por esto se suceden en 1972 los mejores temas de Byles: “A Place Called Africa”, “Da Da (Festival)” “Beat Down Babylon”, “Fever”, “Auntie Lulu”, “Thanks We Get” y tanto otros.

En 1973 la discográfica británica Trojan recopila sus mejores cortes en un LP de título “Beat Down Babylon”, que coloca a Junior Byles en primera línea del estrellato del reggae del momento. En 1974 se inaugura el Black Ark Studio, propiedad de Perry, donde Junior va a grabar varios éxitos más, “Long Way” y sobre todo “Curly Locks”. Entre 1974 y 1975 graba temas de rotos reggae, siempre con buena acogida y gran calidad. Por ejemplo graba “Fade Away” en Channel One, “Remember Me” o “Chant Down Babylon” en Ja-Man, o una buenísima versión del exitazo “Run Run” de Delroy Wilson, de nombre “Weeping”.

La carrera de Byles estaba lanzada meteóricamente (con Island Records bien atenta) cuando su personalidad inestable jugó en su contra. Para un hombre comprometidísimo en la fe rastafari, la muerte del emperador Haile Selassie fue un golpe muy duro, que le provocó una crisis de identidad, perdiendo la concepción de lo real con lo místico, llevándolo al extremo de intentar suicidarse para reunirse con el emperador, en 1976. Pero el destino de Junior no era Mount Zion sino el psiquiátrico Belview de Kingston, donde pasaría dos años en tratamiento.

Una vez recuperado, volvió a la escena con fuerza, obteniendo un gran éxito en Jamaica con su primer trabajo “Heart & Soul”, producido por otrora descubridor, Joe Gibbs. No fue más que un espejismo. Las cosas cambiaban en la juventud jamaicana y británica perdía interés en el movimiento rastafari. Lo intentó grabando para Gibbs y Niney de nuevo, pero su estrella se fue apagando. La década de los 80 significaron una pesadilla en la vida de Junior. De la cima del reggae fue cayendo hasta los contenedores de basura donde acabó comiendo, durmiendo en la calle, sin ninguna esperanza.

No será rescatado de la pobreza y el hambre hasta principios de los 90, cuando Niney le encuentra y le contrata para unos pocos temas con el fin de devolver a esta estrella su dignidad perdida. Ya a finales de la década pasada, aprovechando el renovado interés en Estados Unidos y Europa por el reggae clásico, se embarca de nuevo en la escena musical, apareciendo en varios festivales estadounidenses, cantando sus temas clásicos, ofreciendo a las nuevas generaciones esa forma rasgada, consciente y contundente de hacer música.

Recientemente dijo de si mismo en una entrevista: “He viajado a lo ancho y a lo largo; a través de colinas y valles, autopistas y desvíos, allá donde mucha gente teme ir. Y mi caminar no se ha detenido aún, sigo en marcha, día a día, en todo lo que hago. Pronto llegará el día que yo temo, lo sé, está a la vuelta de la esquina. Cada día de mi vida es un día de trabajo, por místico que pueda parecer, trabajo para vivir limpio, para hacer lo mejor, y si hago esto, mi recompensa no tendrá fin, no tendrá precio”.

Reggae Recipe: Kalles Kaviar - "Early Bird"


Ingredientes: Chocolate suizo, ska, queso con agujeros

Preparación: Pon a punto tu paladar ya que estos chefs helvéticos vienen con un suculento menú de degustación, y es que con Early Bird, su tercer trabajo, estos suizos consiguen mezclar lo mejor de la cocina antillana y centroeuropea en catorce irrepetibles cortes. Para ello nada mejor que combinar recetas propias con otras ya clásicas para conseguir dejarte un inmejorable sabor en el paladar. Con “A Thing of The Past” o “Cleopatra” tendrás un buen entrante que combina la cocina tradicional con las ultimas tendencias, para dejar paso al plato fuerte con “Flying on Cloud Nine” y “Hey Señorita”. Para el postre, la selección especial del chef invitado, el otrora cabeza visible de The Pyramids, Mr. Symarip, incluye una selección de las mejores delicatessen entre las que destacan “Must Catch a Train” o “Try Me Best”. En definitiva, una gran selección de platos propios y cocina casera con la que Kalles Kaviar nos demuestran que no hay que proceder de las Indias Occidentales para preparar un menú de la más alta cocina caribeña.

Ethiopians: Reggae hit the town


The Ethiopians fueron, posiblemente, los pioneros en el reggae más roots. En una época en la que las canciones románticas dominaban las listas, el trabajo de Ethiopians se enfocaba tanto en temas más religiosos, como en hechos cotidianos. Los dos eran temas con los que el pueblo jamaicano se sentía identificado y, durante más de una década, la banda fue una de las más populares de la isla.

Los orígenes de la formación nos remontan al Verano de 1965, cuando Leonard Dillon hizo su debut en un estudio de grabación, registrando, nada más llegar a Kingston desde su Port Antonio natal, cuatro temas bajo el nombre de Jack Sparrow para Clement “Coxsone” Dodd.
En tres de los temas Dillon estaba acompañado por The Wailers y quedó tan impresionado por la confianza que infundían, que decidió formar su propio grupo vocal. En Stephen Taylor y Aston “Charlie” Morris encontró compañeros muy capaces y, una vez en el escenario, encajaron a la perfección.
Alrededor de principios de 1966, Dillon volvió al Studio One de Coxsone como líder de la recién formada banda The Ethiopians y, tras pasar sin problemas una primera audición, el trío grabó “Live Good”, “Why You Gonna Leave Me Now” y “Owe Me No Pay Me”. Editados bajo el sello Studio One, todos los temas tuvieron muy buena acogida entre el publico jamaicano pero, a pesar de su comienzo prometedor, Aston Morris dejó la banda nada más editarse los primeros temas. Su marcha poco afecto a la creciente popularidad de la banda y durante los siguientes meses Dillon y Taylor continuaron fortaleciendo su reputación con temas como “Free Man”, “Dun Den A’ready” y “For You”.
Durante todo este tiempo, Dillon mantuvo, además, su trabajo habitual y fue a través de él como contactó con Leebert Roberton, un contratista que había vuelto recientemente a Jamaica de Inglaterra. Robertson estaba interesado en la industria musical y financió una sesión de grabación para el dúo en el famoso Treasure Isle Studio de Duke Reid, en Bond Street. La sesión acabó llamándose “Train To Skaville”, que se convirtió en un enorme éxito en la isla, alcanzando incluso los listados ingleses en el puesto cuarenta en Otoño de 1967.
Pero, a pesar del éxito del disco, Dillon y Taylor apenas percibieron beneficios así que, después de la mala experiencia con “I Need You / Do It Sweet”, el dúo se puso en manos de la productora Sonia Pottinger. El siguiente single “The Whip (gran titulo)/Cool It Amigo” salió bajo el auspicio de Pottinger y dio a The Ethiopians otro exitazo, pero tras editar “Stay Loose Mama / The World Goes Ska”, se mudaron de nuevo de sello.
Durante los siguientes meses grabaron algunos títulos para varios productores y, a comienzos de 1968, volvieron a ser de nuevo un trío vocal con la incorporación de un cantante local, Melvin “Mellow” Reid. Aunque Dillon y Taylor grabarían de vez en cuando como dúo.
También fue por esta época cuando editaron su primer vinilo de larga duración, “Engine 54”, y poco después una buena cantidad de grandes singles, incluyendo “Fire A Mus Mus Tail”, “I’m Not A King”, “What A Big Surprise”, “Ding Dong Bell” y un tema que anunciaba la llegada del nuevo estilo musical que arrasaría por toda la isla, “Reggae Hit The Town”.
Alrededor de finales de 1968 el trío grabó el conocidísimo “Everything Crash” con su peculiar y característico ritmo. Ritmo distintivo, que se repetiría en una larga serie de 45 revoluciones, entre los que se encuentran temas como “Hong Kong Fu”, “Woman Capture Man”, “My Testimony” o “Buss Buss Mouth”.
En respuesta a la creciente fama del trío en la isla, Trojan editó su segundo Lp, titulado “Reggae Power”.
Durante este período, Dillon supervisaba y arreglaba la gran mayoría de las sesiones de grabación del trío y fue el responsable de un buen numero de grandes singles, muchos de los cuales fueron incluidos en el tercer Lp que reunía material de la banda, “Woman Capture Man”, editado de nuevo por Trojan en 1970. Ese mismo año, trabajarían con un gran numero de productores jamaicanos, entre los que se incluian Karl “J.J.” Johnson, Lee “Scratch” Perry, Clement “Coxsone” Dodd, Lloyd Daley, Arthur “Duke” Reid, Sonia Pottinger y Derrick Harriott.
Durante el siguiente año el grupo continuó por libre, trabajando con Vincent Chin, Rupie Edwards, Martin “Jimmy” Riley, “Coxsone” Dodd, “Duke” Reid, Alvin Ranglin, Prince Buster, Bob Andy, Winston Riley, Lee Perry y Joe Gibbs. A lo largo de este tiempo, Melvin Reid empezó a desvincularse del trío y cada vez participaba menos frecuentemente en las grabaciones, aunque esta ausencia afectó poco o nada a su popularidad.
Pero, a principios de 1974, las sesiones empezaron a ser poco frecuentes, debido a que el fenómeno del “Deejay” comenzaba a pegar fuerte en Jamaica y dominaba la escena musical. Singles increíbles como “I Want To Be a Better Man”, “Conquering Lion”, “Band Yu Belly”, “Knowledge Is Power”, “Let The Light Shine” o “Another Moses”, poco pudieron hacer para evitar la bancarrota de los componentes y Taylor comenzó a trabajar en una gasolinera en Washington Boulevard. Allí fue donde, en Septiembre de 1975, murió trágicamente atropellado por una furgoneta.
En un intento de olvidar la perdida de su amigo, Dillon volvió a Port Antonio y se unió a la orden “Royal Judah Coptic”. En 1977 salió temporalmente de su retiro espiritual para grabar “Slave Call” y el año siguiente edito su segundo álbum en solitario, “Open The Gate of Zion”.
En 1980, volvió a unirse a “Coxsone” para grabar el Lp “Everything Crash” y el año siguiente sus servicios prestados a la música jamaicana fueron recompensados cuando le fue otorgado el “Certificado de Apreciacion por el Desarrollo de la Música Pop” de manos del primer ministro Edward Seaga.
Su aparición desde entonces ha sido bastante esporádica, aunque álbumes como “Dread Prophesy”, “One Step Forward” y “On The Road Again”, demuestran que su talento como compositor ha permanecido inalterable con el paso de los años.