Desde hace una semana está en mi casa el último trabajo discográfico de los Slackers. Banda referente del ska actual para mí y muchos, este disco no hace mas que echar mas leña al fuego en mi fanatismo por la que seguramente con los años pueda convertirse a su manera en una formación a nivel de los clásicos jamaicanos que hoy consideramos lo más a veces, sólo por el hecho de que tienen cuarenta años más que nosotros.
Por suerte cuento con unos cuantos amigos que pueden decir con orgullo que su principal fuente de satisfacción musical es la jamaicana por encima de cualquier otro género, y aunque hablando de ska, rocksteady y reggae las diferencias de gusto suelen ser sólo matices, hay pocas bandas que nos apasionen a todos al mismo nivel. Una de ella son los Slackers, y el resto se pueden contar casi con una mano. Aggrolites, Hepcat, Dr Ring ding y los Senior All Stars, Malarians, Specials y Madness (con permiso de los puristas). Para mí lo que marca la diferencia de estos tios con el resto de bandas es que una banda puede llegar a ser idolatrada por ser los mejores con pocos discos -Hepcat, Malarians, Ring Ding y los Seniors-, por ser impactante desde un primer momento y tener directos demoledores -Aggrolites-, o marcar a toda una generación -Madness, Specials-, pero estos tios a parte de todas estas características -quizá en mucha menor medida que las bandas mencionadas-, tienen la constancia de su lado.
Six men one band: Cuando ves a Slackers en directo piensas, vale, estos tios son la ostia pero llevan un porrón de años juntos y no tiene mucho mérito lo compactos que suenan, para mí donde se hacen fuertes es en el estudio. Ahí lo tienen todo a favor: seis tios, seis compositores, seis virtuosos en su instrumento y lo que es más importante, todos saben donde están tocando, nada de experimentos, hay un estilo. Vale que en momentos puede ser ska, rocksteady o soul, pero suena a Slackers. Está el grupo y después todos se desfogan con otras inquietudes musicales. Hillyard con su banda de ska-jazz y de jazz, Ruggiero con sus producciones, discos en solitario, el experimento Punk Sid&Mad y las mil historias en que está metido. Agent J. con su proyecto de skinhead reggae y dub Crazy Ballhead, y su cámara de fotos para hacer videos -a ver si alguien le regala una cámara de verdad algún día-, y así todos, ninguno se limita a acomodarse.
El resultado de esto es que tienes un grupo que no cambia de formación desde hace años y es capaz de producir uno, cuando no dos discos al año y de momento no bajar el nivel. Otro factor importante para que el engranaje siga bien engrasado son las diferentes personalidades de cada uno y que por fin han encontrado equilibrio para que ninguna de ellas quede eclipsada por el gran Vic ruggiero. Glen en el escenario se gusta, Hillyard con esa mirada de observador loco cumple a la perfección su papel de músico de jazz friki que se quiere quitar importancia, Marcus nunca dejará de ser elegante, además de decirle a todos por donde tienen que seguirle, Ara Babajian discreto pero le ves tocar y ves los temas compuestos por él y sabes que hay más de lo que parece, y agente Jota para mí el mejor, un tío que pasa por la vida como la guitarra en el ska, sin hacer ruido distorsionado pero metido en todos los ajos, si os ponéis a revisar la historia cercana del ska americano os sorprenderéis de en todos los grupos y discos que asoma la calva el majete de Jay Nugent. De Vic no digo nada porque está todo dicho pero pienso que esta comodísimo habiendo dejado de salir él solo en las portadas. Todo esto hace que el disco que tengo ahora en la mesa me parezca más que un buen disco un mensaje de esperanza que dice algo así como "lo mejor está por venir pero de momento aquí tienes la mejor adaptación a tiempos modernos de lo que sería el rocksteady si no estuviésemos todo el día llorando porque Alton Ellis ha muerto y no habrá nadie como el."
Si no lo tienes todavía cómpralo. Si no compras discos, bájatelo pero procura grabarlo en un cd de marca buena y meterlo en un cajita porque este disco no deberías ni perderlo, ni mezclarlo con los tres millones de discos que tienes en la memoria del ordenador para que se olvide entre toda la mediocridad gratuita que nos regala internet.
Por suerte cuento con unos cuantos amigos que pueden decir con orgullo que su principal fuente de satisfacción musical es la jamaicana por encima de cualquier otro género, y aunque hablando de ska, rocksteady y reggae las diferencias de gusto suelen ser sólo matices, hay pocas bandas que nos apasionen a todos al mismo nivel. Una de ella son los Slackers, y el resto se pueden contar casi con una mano. Aggrolites, Hepcat, Dr Ring ding y los Senior All Stars, Malarians, Specials y Madness (con permiso de los puristas). Para mí lo que marca la diferencia de estos tios con el resto de bandas es que una banda puede llegar a ser idolatrada por ser los mejores con pocos discos -Hepcat, Malarians, Ring Ding y los Seniors-, por ser impactante desde un primer momento y tener directos demoledores -Aggrolites-, o marcar a toda una generación -Madness, Specials-, pero estos tios a parte de todas estas características -quizá en mucha menor medida que las bandas mencionadas-, tienen la constancia de su lado.
Six men one band: Cuando ves a Slackers en directo piensas, vale, estos tios son la ostia pero llevan un porrón de años juntos y no tiene mucho mérito lo compactos que suenan, para mí donde se hacen fuertes es en el estudio. Ahí lo tienen todo a favor: seis tios, seis compositores, seis virtuosos en su instrumento y lo que es más importante, todos saben donde están tocando, nada de experimentos, hay un estilo. Vale que en momentos puede ser ska, rocksteady o soul, pero suena a Slackers. Está el grupo y después todos se desfogan con otras inquietudes musicales. Hillyard con su banda de ska-jazz y de jazz, Ruggiero con sus producciones, discos en solitario, el experimento Punk Sid&Mad y las mil historias en que está metido. Agent J. con su proyecto de skinhead reggae y dub Crazy Ballhead, y su cámara de fotos para hacer videos -a ver si alguien le regala una cámara de verdad algún día-, y así todos, ninguno se limita a acomodarse.
El resultado de esto es que tienes un grupo que no cambia de formación desde hace años y es capaz de producir uno, cuando no dos discos al año y de momento no bajar el nivel. Otro factor importante para que el engranaje siga bien engrasado son las diferentes personalidades de cada uno y que por fin han encontrado equilibrio para que ninguna de ellas quede eclipsada por el gran Vic ruggiero. Glen en el escenario se gusta, Hillyard con esa mirada de observador loco cumple a la perfección su papel de músico de jazz friki que se quiere quitar importancia, Marcus nunca dejará de ser elegante, además de decirle a todos por donde tienen que seguirle, Ara Babajian discreto pero le ves tocar y ves los temas compuestos por él y sabes que hay más de lo que parece, y agente Jota para mí el mejor, un tío que pasa por la vida como la guitarra en el ska, sin hacer ruido distorsionado pero metido en todos los ajos, si os ponéis a revisar la historia cercana del ska americano os sorprenderéis de en todos los grupos y discos que asoma la calva el majete de Jay Nugent. De Vic no digo nada porque está todo dicho pero pienso que esta comodísimo habiendo dejado de salir él solo en las portadas. Todo esto hace que el disco que tengo ahora en la mesa me parezca más que un buen disco un mensaje de esperanza que dice algo así como "lo mejor está por venir pero de momento aquí tienes la mejor adaptación a tiempos modernos de lo que sería el rocksteady si no estuviésemos todo el día llorando porque Alton Ellis ha muerto y no habrá nadie como el."
Si no lo tienes todavía cómpralo. Si no compras discos, bájatelo pero procura grabarlo en un cd de marca buena y meterlo en un cajita porque este disco no deberías ni perderlo, ni mezclarlo con los tres millones de discos que tienes en la memoria del ordenador para que se olvide entre toda la mediocridad gratuita que nos regala internet.